La franquicia estadounidense de limpieza de alfombras Chem-Dry trata de desembarcar en España

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No es la primera, ni la segunda marca de renombre del sector de la limpieza que intenta –sin éxito, al menos en los casos precedentes– extender por nuestro país el negocio de la limpieza de alfombras. La australiana Stainbusters o la norteamericana JaniKing, ambas con cientos por no decir miles de franquicias, lo intentaron antes… y fracasaron. Ahora es el turno de la estadounidense Chem-Dry (www.chemdryfranchise.com), que se presenta como «la organización de franquicias más grande del mundo en la especialidad de limpieza de alfombras y muebles» y que asegura dar servicio y proteger «más de 100 millones de metros cuadrados de alfombras al año, con aproximadamente 4.000 establecimientos en 43 países gracias al patentado método de limpieza carbonatada, único y exclusivo de nuestra empresa».

Antes de firmar con una franquicia conviene ponerse en manos de quienes han supervisado muchas operaciones similares. El contrato ha de revisarlo un abogado experto en franquicia; el plan de negocio ha de analizarlo un financiero; y la idoneidad del concepto de negocio y su futuro en España no está de más que lo juzgue un asesor. En éste caso concreto del mundo de la limpieza y el mantenimiento, en el que ya han fracasado en España muchas marcas multinacionales, muy extendidas por el mundo anglosajón, pero que no han cuajado en nuestro país, hay que poner un extra de atención, y analizar el porqué de esos fiascos previos.

Según informan en el portal internacional de negocios Marked Wired (www.marketwired.com), José Lourenço es el franquiciado maestro para Portugal y España de Chem-Dry –de hecho, lleva operando una de estas franquicias en el mercado luso desde 1999–, y ofrece formación y apoyo a los emprendedores que abran una sucursal en nuestro país de esta conocida franquicia, una de las mayores empresas mundiales de limpieza de suelos y tapizados. «Chem-Dry es una marca internacional que ha demostrado su valor durante casi medio siglo», asegura Lourenço. «Cuando te decides a abrir una franquicia de Chem-Dry, no sólo se trata de un pequeño negocio de barrio, sino que pasas a formar parte de algo mucho más importante, que te ofrece grandes ventajas». Chem-Dry surgió en los 70’s gracias al espíritu emprendedor de Robert Harris, fundador de la empresa, quien entonces trabajaba como técnico de limpieza para una compañía de mantenimiento de alfombras. Harris no estaba conforme con el método empleado a la sazón, situación que lo llevó a estudiar otros sistemas de limpieza en el mercado, encontrándose múltiples problemas por un tiempo de secado demasiado largo, la presencia de residuos jabonosos y numerosos clientes insatisfechos. Esta situación le llevó a desarrollar su propio sistema de limpieza, a base de dióxido de carbono, corrigiendo esos problemas observados, lo que impulsado a Chem-Dry a ser uno de los líderes mundial en su especialidad.

En 2005 Jose Lourenço se convertía en el franquiciador matriz de Chem-Dry en Portugal, y su expansión hacia España se debe a su potencial de crecimiento. Chem-Dry utiliza soluciones totalmente naturales y con certificado ecológico, así como unos equipos patentados para la limpieza de una variedad de superficies de suelos, como alfombras, moquetas, empedrado, baldosas y demás superficies, incluyendo tapicerías y cortinas. Ofrece un servicio tanto a nivel residencial como de cadenas de establecimientos. El método de extracción carbonatada caliente de Chem-Dry utiliza un 80% menos de agua que la limpieza al vapor, por lo tanto es más saludable para el medio ambiente. Además, su solución principal de limpieza posee una certificación ecológica y no contiene fosfatos, ni detergentes, lo que la hace segura y no tóxica para niños y mascotas. Por el contrario, la limpieza al vapor utiliza jabones y detergentes que pueden dejar residuos que provocan alergias y atraen la suciedad, y el exceso de agua utilizada en la limpieza al vapor crea un caldo de cultivo para el moho y humedad.

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