¿Por qué conceder franquicias? Con lo bien que me va…

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conceder franquicias

Si tienes un negocio y este te va bien, enhorabuena. Estás por encima de la media de los autónomos, pequeños y medianos empresarios españoles. Pero, ¿qué significa “ir bien”? Y en todo caso, ¿por qué habría de ser incompatible con el sistema de expansión consistente en conceder franquicias?


¿Entiendes por «ir bien» vivir del negocio? ¿Cubrir los gastos y pagar a los trabajadores, si existen? ¿Tener una rentabilidad clara que ofrezca perspectivas de crecimiento? ¿Constatar que el mercado y el sector genera más oportunidades que amenazas? ¿Estar a gusto con lo que haces y aportar valor a tu entorno y a ti mismo y a tus socios, si los tienes?

Respuestas afirmativas a estas preguntas y a otras en esa dirección implican que tu empresa funciona. Y como consecuencia debe de crecer, pues de lo contrario, teniendo en cuenta como funciona el sistema, corre el riesgo de estancarse y probablemente de retroceder. Siempre pensando que tu negocio va más allá de un autoempleo sin estructura de empresa.

Aunque la necesidad debe hacerte dar otro paso y preguntarte cómo es la mejor manera de estructurar ese crecimiento y hasta donde quieres o debes llegar. Es el momento de analizar tu negocio, llegar a conclusiones apoyadas en datos y tomar decisiones en base a esas conclusiones y con el conocimiento de las diferentes maneras de abordar ese crecimiento.

Para hacer este ejercicio, y antes de abordar la posibilidad de conceder franquicias de tu negocio, voy a recomendar, desde mi experiencia algunos pasos a dar antes de tomar una decisión que te orientará hacia un camino no siempre fácil.

Sin duda, en primer lugar estaría el análisis. Establecer cuál ha sido la evolución de tu negocio en cuanto a rentabilidad, márgenes, clientes, competencia, etc.; ver cual es la evolución y tendencias de tu mercado, cómo quieres que esté tu empresa en unos años y que necesitas para lograrlo y establecer con realismo cuáles son los puntos fuertes y débiles de tu modelo y cuáles son las amenazas y oportunidades que prevés que se te van a presentar.

Mejor escribe todo lo que analices. Con lo cual llegarás a un diagnóstico que te permitirá alcanzar una serie de conclusiones sobre las que tomar decisiones. Si una de estas decisiones es crecer, tendrás entonces que pensar en qué formato y diseñar objetivos medibles y alcanzables para conseguirlo. Es aquí donde el formato de franquicia entra en escena:

Como decía al principio crecer en un sistema de mercado, si se dan las condiciones para ello, la mayor parte de las ocasiones, es más una necesidad que una elección, y una forma ventajosa de hacerlo es, sin duda, el modelo de franquicia.

¿Cuáles son las condiciones mínimas y las ventajas de dicho modelo? Apunto a continuación algunas de ellas:

Las condiciones:

  • Que el modelo de negocio esté en marcha, con un bagaje y una estructura consolidada.
  • Que sea rentable.
  • Que disponga de una previsión clara de ingresos, más allá, si es posible, de los cánones de entrada y de los royalties que pagarán (si se decide así) los franquiciados.
  • Que dispongas de capacidad de inversión suficiente como para crear la estructura de la franquicia y de dar soporte a esos franquiciados.
  • Que puedas trasmitir a la red de franquicias un “saber hacer” eficaz y de éxito demostrable.

Y después, las ventajas respecto a otras formas de crecimiento:

  • Menor riesgo que si se crece solo con recursos propios. La inversión es necesaria, pero se puede compensar con la que a su vez deben realizar los franquiciados.
  • Se puede crear una red de establecimientos bajo una marca y un desempeño de negocio común que facilitará las inversiones, las negociaciones con proveedores y la relevancia en el mercado.
  • Se puede alcanzar un volumen de penetración en el mercado sectorial mucho mayor que si se realiza el intento solo con medios propios; aprovecharemos las economías de escala desde una posición de riesgo compartido.
  • Si aprovechamos bien los recursos y se organiza la red como una empresa de empresas, se puede progresar en innovación, alcanzar posibilidades mejores de financiación o influir de forma positiva en tu sector de actividad.
  • Quizá se tengan menores perspectivas de ganancias, pero estas serán más seguras y controlables.
  • Podemos, además, expandir nuestro negocio fuera de nuestras fronteras de forma mucho más segura. Algo que posiblemente ni nos planteáramos con modelos de crecimiento tradicionales.

Lanzarse a la aventura empresarial es siempre sinónimo de incertidumbre, pero también sabemos que para minimizar esa incertidumbre debemos de ser rigurosos con los planteamientos: con los análisis y los diagnósticos, debemos de conocer bien nuestro negocio y nuestro mercado y debemos de plantear objetivos realistas y alcanzables en un entorno de conocimiento, sin despreciar, por supuesto, la flexibilidad y la creatividad. Entendiendo por flexibilidad también la capacidad para virar si es necesario, es decir tener un plan B o un plan de contingencia, que diría un experto.

En definitiva, no todos los negocios son susceptibles de conceder franquicias. Desde mi punto de vista deben de cumplir, al menos las condiciones antes mencionadas. En Negocio Franquicia así lo advertimos de entrada a todos nuestros clientes que se proponen crecer mediante este sistema. Aunque, una vez que el diagnóstico es positivo y se toma la decisión, consideramos que conceder franquicias es una de las mejores maneras de hacer que tu negocio crezca con solvencia y aprovechando las oportunidades de compartir conocimientos y recursos.

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