Cuatro tipos de franquicia, según el retrato-robot del candidato

Autoemplearse, apostar por el negocio como simple inversión, asociarse con la central o trabajar en un centro hasta dominar el concepto, y recomprarlo posteriormente son las cuatro modalidades que los responsables de Pompitas ponen a disposición de los emprendedores/inversores que se interesan por su concepto de franquicia: ludotecas infantiles, centros de ocio y desarrollo para niños de 1 a 3 años, que constituyen una opción diferente a las escuelas infantiles, y más adaptada, tal vez, a las necesidades reales de los padres de hoy en día.

«Cuando empezamos con este negocio pensamos que sólo podría ser una franquicia de autoempleo. Es más, yo mismo lo inicié en estas circunstancias; venía de un sector parecido, y cree mi propio negocio con mucho esfuerzo y dedicación», explica David García Morán, creador de la cadena de ludotecas infantiles Pompitas. «Pero si decidimos ahora conceder a terceros franquicias de Pompitas es porque hemos madurado el concepto de negocio y pensamos que se trata de una idea que puede dar buenas oportunidades de ganarse la vida a mucha gente».

David García Morán asegura que se trata de un negocio con tres factores favorables: es rentable, estable y divertido. «Eso sí, los centros tienen un técnico o un maestro en educación infantil, para que la programación infantil de las mañanas sea la misma en toda la red. Es decir, que los nuevos franquiciados tienen que saber interpretar esta programación, y para ello o son, ya sido, expertos en educación infantil o tiene que contratar a uno».

De todos modos, Pompitas ofrece cuatro opciones diferentes de franquicia a los emprendedores/inversores que se interesan por su concepto de franquicia:

1. Convertirse en un franquiciado normal, que invierte en su ludoteca infantil, se autoemplea, es decir, está al frente de la misma, contrata a su propio personal y pone en práctica el saber hacer de la enseña.
2. Ser un inversor al 100%, y para ello seleccionar a una persona responsable para que esté al frente del centro, además del personal que sea preciso, y ocuparse solamente de los beneficios que genere la ludoteca.
3. Recurrir a la figura de franquiciado asociado con la central, de forma que el emprendedor aporte la inversión necesaria para poner en marcha la ludoteca y la central se ocupe de llevar el día a día del negocio.
4. Ser una persona que provenga, por estudios o experiencia laboral, del mundo infantil. En cuyo caso la central invierta en ella: le monte el centro Pompitas, y transcurridos dos años esa persona se quede con el centro y desembolse lo adelantado por la enseña, que con esa inversión recuperada empezaría de nuevo la operación de ‘vivero’ de con otro emprendedor.

Su responsable José David García habla de «la franquicia de ocio infantil más barata y asequible del mercado español». Así, el paquete “llave en mano”, una vez llevadas a cabo ciertas reformas (suelo, pintura, aire acondicionado, etcétera), es de 30.000 euros, que incluye 22.000 euros en mobiliario desglosado por zonas (rincón de ludoteca, área de juego deportivo, área de disfraces, zona para madres y padres…), y 8.000 euros correspondientes al canon de entrada: manuales operativos del Franquiciado, apoyo técnico, cesión de marca…