Infinit Fitness facilita claves para no abandonar el gimnasio
Un 82% de los que han comenzado 2016 yendo a un gimnasio lo ha dejado ya. Y los expertos de Infinit Fitness creen que un plan realista, unos objetivos adecuados, algo de ánimo, cuando no de entusiasmo, y la voluntad de practicar al menos 21 días consecutivos, bastan para interiorizar la costumbre de hacer ejercicio y sentirse mejor estando en forma. «Si a ello se le añade encontrar un gimnasio cómodo, cercano y de tarifas asequibles, e incluso la posibilidad de echar mano de un, entrenador personal, el objetivo de cuidarse puede ser algo más que esa quimera que se abandona cada año por primavera», asegura Julio Roth, director de Marketing de esta cadena de franquicias de gimnasios.
A medida que avanza el año abandonamos esas buenas intenciones de cuidarnos, de estar en forma, de hacer ejercicio, que nos planteamos al inicio. De hecho, los profesionales del mundo del ‘fitness’ lo tienen estipulado en 2-3 meses, para los más entusiastas; el común de los ciudadanos, antes. «Hay dos razones principales para no mantener estos propósitos: no tener un plan realista y no fijarse objetivos adecuados», señala Julio Roth, responsable de Marketing de Infinit Fitness 24/7, una cadena de gimnasios que propone vencer esa estacionalidad que abarrota los centros a la vuelta del verano y al comienzo del año, ofreciendo todas las facilidades posibles.
«A la hora de apuntarnos a un gimnasio deberíamos hacer hincapié en los resultados con impacto emocional: “Tener más energía”, “sentirse bien” o “levantarnos por las mañanas sin cansancio o dolor”. Con ese objetivo en mente, debemos idear un plan adaptado a nuestro estilo de vida, para no arrepentirnos enseguida si ello conlleva un desplazamiento excesivo, un horario limitado o un desorbitado desembolso», apunta el responsable de Marketing de Infinit Fitness 24/7, una red de gimnasios ‘de conveniencia’ que precisamente cumple esas tres reglas: son cómodos, cercanos y de tarifas asequibles.
Y para ello, Infinit Fitness 24/7 propone –siguiendo las tesis de William James, uno de los padres de la psicología moderna– 21 días consecutivos de hacer ejercicio. Es el plazo que necesita nuestro cerebro para que un “acto voluntario” se convierta en un “hábito rutinario”. «Dicho de otro modo, tras las tres semanas de practica, la acción repetida quedará interiorizada como una costumbre, y sentiremos incluso la necesidad de hacerlo, si somos capaces de no saltarnos el entrenamiento más de dos días seguidos». Si a eso, según Julio Roth, se añade consultar con un profesional cualificado, capaz de establecer el plan más eficaz para cada individuo (la intensidad, el tipo de ejercicio, el equilibrio cardio-fuerza…) «tendremos más fácil el estar motivados, un aspecto fundamental a la hora de alcanzar nuestras metas».